viernes, 13 de noviembre de 2015

Capilla de arquitectura moderna para la FSSPX.


Un conglomerado de construcciones gigantes y pesadas es la Iglesia de la Santísima Trinidad, Viena (también conocida como iglesia Wotruba).

Hemos hablado en varias ocasiones de la arquitectura moderna, funcional, utilizada en Iglesias conciliares. Nos hemos referido también a la fealdad y a la inconformidad que tienen estas nuevas Iglesias con la liturgia, la teología y en consecuencia con el dogma católico, haciéndose más acordes a la nueva teología y a la nueva liturgia. El mismo Mons. Lefebvre, en su Carta abierta a los católicos perplejos, decía:

Los católicos están también desorientados por la trivialidad y hasta por la vulgaridad que se les impone en los lugares de culto de manera sistemática. Se tildó de triunfalismo todo aquello que contribuía a la belleza de los edificios y al esplendor de la ceremonia...
La unión con Dios se obtiene por obra de un canto religioso y celestial, por obra de un ambiente general de la acción litúrgica, por la piedad y el recogimiento del lugar, por su belleza arquitectónica, por el fervor de la comunidad cristiana, por la nobleza y la piedad del celebrante, la decoración simbólica, el perfume del incienso, etcétera.

El Padre Gerald Goesche, sacerdote alemán que se unió a la FSSPX aproximadamente hace once años, “especializado en el estudio del arte religioso, mostró el lazo íntimo entre liturgia y el arte, el cual se expresa necesariamente por la armonía entre estas dos realidades. La consecuencia que se deriva de esto, es que el arte arquitectural cristiano no está marcado solamente por la misa, sino que ésta misma produce, construye sus iglesias. En resumen: la diferencia entre la verdadera y la nueva misa, es toda la diferencia entre una iglesia gótica y los bunkers de cemento [Iglesias funcionales] que se nos dice que son iglesias. Estos son dos mundos, porque son dos artes diametralmente opuestos, porque son dos misas incompatibles.” (Cfr. DICI, 04-08-2009.)
Volviendo al tema de la arquitectura moderna y funcionalista de las nuevas Iglesias, cuando nos referimos al término “funcionalista”, queremos decir que esta “desprecia la distinción entre lo sagrado y lo profano y tiende a reducir el templo a una especie de “sum” (salón de usos múltiples). Por eso no extraña encontrarse con iglesias construidas en las últimas décadas cuyas fachadas parecen hospitales, edificios de oficina, restaurantes o “boliches”. Y otras que ni siquiera respetan el más mínimo criterio de belleza y a las que no les cabe otro calificativo que el de “feas””. (Augusto del Río, El Drama Litúrgico, 2ª Edición).


Una de las más feas y espantosas Iglesias modernas que hay en España. Se trata de la parroquia de Santa Mónica ubicada en el municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid, España. Una obra de la modernidad bien alejada del espíritu católico.


El interior de Santa Mónica


Como podemos ver, las imágenes que adornan el templo, no tienen mucho que ver con la teología católica.


Recordamos la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza en Puerto Madero, Buenos Aires, que nos recuerda más a un lugar para estacionar automóviles que a una Iglesia.

Las imágenes también han sufrido transformaciones:


Un crucifijo moderno y realmente feo


Un Crucifijo modernista bendecido por Francisco



La Capilla de Santiago Apóstol de la FSSPX en Madrid:

Lamentablemente y aunque nos parezca algo insólito (teniendo en cuenta el estilo de arquitectura católico al que nos tenía bien acostumbrados), que esta arquitectura moderna carente de espíritu católico (como ya hemos señalado) ha penetrado en la elección para la construcción de una capilla de la Fraternidad San Pío X en Madrid, como podemos observar en el sitio oficial de España.  No pretendemos tocar el tema desde las intenciones particulares (seguramente muy buenas) de las personas que están bajo este proyecto, sino solo desde el punto de vista artístico, estético y de las influencias que esto puede acarrear si lo vinculamos a la liturgia.
Aquí algunas imágenes:




La fachada nos trae reminiscencias de la arquitectura japonesa, con los detalles en madera.
Pero que a su vez, también podría ser un Sushi Bar de esos que encontramos en Palermo Soho.



Aquí la fachada de un restaurante japonés de sushi.


También nos recuerda a los boliches y pubs de la misma zona que nombramos más arriba.


Esta es la imagen que encabeza la capilla


En la imagen (que suponemos dentro de la ambigüedad puede referirse a la Virgen María) está realizada bajo los mismos conceptos del arte moderno. Esta escultura realizada en hierro pertenece a lo que se puede llamar el nuevo arte de las imágenes con sus figuras “insólitas” o el intento casi de su supresión lisa y llana hasta llegar a las formas geométricas.

En la confección de las imágenes religiosas debe evitarse con un prudente equilibrio el excesivo realismo, por una par­te, y el exagerado simbolismo, por otra. Se deben tener en cuenta las exigencias de la fe católica más bien que el juicio y gusto personal de los artistas, como ocurría en la Edad Media, en la cual, los artistas no acostumbraban firmar sus obras. Por lo tanto el arte sagrado debe hallarse en dependencia absoluta de las verdades de la fe. Y si esas obras no las expresan claramente no deben ser introducidas en las iglesias. La imagen “insólita” no de­be ser incluida en el templo.

En esta época en que las verdades de la fe se ven profundamente amenazadas por todas partes, la Iglesia debería redoblar con ahínco sus esfuerzos para detectar las deformaciones doctrinales que pueden encon­trarse implicadas en algunas obras de arte destinadas para el uso litúrgico, sea cual fuere, por otra parte, su valor estético y las emociones saludables que puedan suscitar aquí o allá, y sea cual fuere la piedad, la fe, la profundidad de vida espiritual, la rectitud de intención del artista que las ha producido.


La imagen que vemos nos trae reminiscencias a un Dementor de Askaban (personaje oscuro de Harry Potter) que a lo que pretende demostrar.


Toni Marí, el artista contratado para la realización de dicha imagen con una de sus creaciones.
En su sitio web puede verse que todas sus obras tiene el mismo estilo.


Otra obra del mismo autor realizada con el mismo material, la misma ambigüedad y el mismo vacío que produce el arte moderno. No sabemos si se trata de un santo, una santa, un mártir, todo junto o ninguna de esas cosas.

Recordemos lo que decía Pío XII en la Encíclica Mediator Dei al referirse a las primeras manifestaciones de arte moderno que comenzaban a hacerse visibles en algunos templos: “[...] obligados por nuestra conciencia y oficio, nos sentimos precisados a tener que reprobar y condenar ciertas imágenes y formas últimamente introducidas por algunos, que, a su extravagancia y degeneración estética, unen el ofender claramente más de una vez al decoro, a la piedad y a la modestia cristiana, y ofenden el mismo sentimiento religioso; todo eso debe alejarse y desterrarse en absoluto de nuestras iglesias, y en general todo lo que desdice de la santidad del lugar.”

Y seguimos con más fotos de la capilla dedicada a Santiago Apóstol en Madrid:


El interior de la nave principal en construcción


Esperemos que le interior no termine pareciéndose a este otro interior: el de la vanguardista Santa Mónica


La visita de Mons. De Galarreta y los padres




Vemos con verdadera preocupación que la forma que va tomando el templo desde fuera, sobre todo, recordando lo que se ha venido haciendo anteriormente, y que este tipo de construcción moderna no se condice con la liturgia que se pretende celebrar dentro. Que no refleja la “funcionalidad” real a la que debe llevar un templo que se pretende católico. Esperemos que los responsables de esta obra, más allá de sus buenas intenciones, entiendan sobre el error que puede producir esta penetración cultural moderna dentro de donde no debería ser.